Sin tardanza, el domingo día siete, comienza el Novenario que el pueblo herreño le dedica a la Madre, agradeciendo y pidiendo por todo aquello que necesitamos que Ella, nos alcance de Dios. En las eucaristías no falta el gesto solidario para los más empobrecidos, ni la presencia de numerosos devotos

Cada día una parroquia de la isla tiene una especial presencia. La inician los cristianos de la parroquia Matriz, sigue San Antonio de El Pinar y San Juan de la Restinga, predicado estos días Javier Fernández, secretario de la Nunciatura apostólica en España. Fernández, partiendo del Voto, animó a los participantes a vivir fieles a la promesa hecha por nuestros antepasados a la Madre Amada; una promesa que no se pierde en el tiempo, sino que se hace viva cada cuatro años.

Las parroquias de La Candelaria de la Frontera y la Consolación de Sabinosa continuaron el Novenario, seguidas por san Pedro Apóstol de El Mocanal y terminando con san Andrés y san José de la comarca de Asofa.

Durante estos días, y ya con el obispo Álvarez presente, predicó la Palabra de Dios Víctor Oliva. Sus homilías ayudaron a reflexionar sobre el lema de esta Bajada: María, camino de fe y esperanza. Ella es la mujer humana que se abrió al plan de Dios en su vida, sin dejar de ser ella misma y, por eso, es adelantada en la fe, como creyente y fiadora de Dios. Además, sostuvo Oliva, María es maestra de esperanza ya que fue testigo vivo del profundo amor que Dios nos tiene a cada uno y a todos.

El sábado día 13 es el día de la Víspera de la Fiesta Real, con la cual culmina el Novenario, un día en el que cada pueblo, con su santo patrón al frente y su grupo de bailarines, hacen Venia a la Virgen, para que, después de la Eucaristía solemne, en la cual n nuestro obispo impartirá la bendición apostólica, salgamos en procesión por las calles de la Villa, con la Imagen de la Madre Amada, en su trono de plata sevillana, rodeada de todos sus hijos herreños y aquellos que nos visitan, y precedida por la marea amarilla y roja de bailarines y tocadores con los toques de la Virgen, tajaraste, jullonas….

Estos días preside la Misa y los actos el obispo, Bernardo Álvarez. El mismo explicó el lema de la sesenta y ocho edición de la Bajada al sostener que: “María, camino de fe y esperanza”. “María”, porque ella es el centro de nuestra fiesta y es para ella, “la Madre Amada”, nuestro honor y nuestro amor. “Camino”, porque en El Hierro hay un camino histórico: “el Camino de la Virgen”. Es la Patrona la que da nombre y categoría a este camino, testigo visible de la fe de los herreños que en los tres últimos siglos lo han transitado llevando en procesión a la venerada imagen de la Virgen de los Reyes. Así, el “Camino de la Virgen”, además de ser un itinerario físico para ir de la Ermita de la Dehesa a la iglesia Matriz de la Concepción de Valverde, es también signo de un “camino espiritual”, el camino de la “fe y esperanza” que cada cristiano debe recorrer durante su vida en la tierra.

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