La Bajada no es solo un día, hay más allá del Día de La Bajada, y no solo La Subida, están las fiestas de los pueblos, la deseada y esperada visita de la Madre Amada a las localidades de las medianías herreñas.
Una vez finalizado el Novenario y celebrada la Fiesta Real, llega una frenética agenda donde la Patrona recorre la isla visitando los pueblos, apenas 24 horas.
Tal y como ocurre en el Día de La Bajada, el recorrido se realiza a pie, con sus paradas, sus visitas, sus rayas o sus piques, y en la que cada pueblo recibe y entrega apenas sin tiempo, siempre con el sentimiento de que podrían haber sido unas horas más, justo cuando la Virgen gira 360 grados mirando a los cuatro puntos cardinales para despedirse hasta dentro de 4 años, hasta una nueva Bajada.
Para el herreño el día que La Virgen de Los Reyes pasa por la puerta de su casa, y sí pude ser con él o ella cargándola, ese es un Día Grande, con mayúsculas.