Esperaba Isora con San José en La Gorona el momento de comenzar su Fiesta, un instante de satisfacción cargado de emoción en un raya abarrotada donde la alegría del recibir, se mezcla con la tristeza de la despedida de la Madre Amada.

Bailaron Isora y El Pinar en la Raya y la Patrona emprendió el camino de bajada hacia Tajace, primera parada y lugar de bienvenida.

Llegó la imagen con los últimos rayos de sol a este punto después de un descenso donde los bailarines del pueblo se entregaron con la alegría del momento, la Madre Amada estaba en su pueblo y había que recibirla como se merece.

El camino hacia La Torre, ya con la noche sobre el pueblo, marcó uno de los momentos más emocionantes de la vista, cuando la imagen recibió la venia de los pequeños que después le dedicaron sus loas antes de llegar a una abarrotada iglesia.

Venia, Eucaristía y recorrido procesional endurecido por el calor que ese día superaba la treintena en las medianías herreñas. Las condiciones meteorológicas no fueron obstáculo para que los bailarines de Isora no dieran lo mejor de sí, parada en Tomperez y vuelta a la iglesia, tampoco hay mucho tiempo y queda visitar Los Llanos ya en el recorrido de vuelta a Valverde.

Emprendió la Patrona el camino a La Villa a las 16:30 horas, parada en La Cuesta, para reponer fuerzas y continuar por Honduras hasta Tiñor, donde ya la comitiva la componían varios miles de personas en la vuelta a la Concepción.

Llegó Isora a las puertas de Valverde con la noche caída, las calles y la iglesia abarrotadas para dar la bienvenida a la Patrona y una emoción similar al del Día de La Bajada, aunque en esta ocasión, es Isora la que tiene el privilegio de sentar a la Madre Amada al pie del Altar Mayor, dando por finalizada una semana cargada de emociones.